domingo, 9 de mayo de 2010

¿A quien le importa el Málaga?


Mi respuesta a semejante cuestión es cruel, así que mejor planteo el tema al revés. El Málaga no le importa, para empezar, a la opinión pública futbolera. Así, en general. De hecho, el Real Madrid se pone en manos de Clemente para ganar la Liga, reza uno de los desesperados titulares del día deportivo. Tampoco mejora la cosa si me doy una vuelta rápida por los titulares locales, que dan por hecho el descenso. Sin más. El caso es que ésta ha sido la tónica general durante la temporada. El Málaga ha pasado por el campeonato como el chico feo de la fiesta. Nadie sabe su nombre, nadie pregunta por él, nadie le echa en falta. Por comparar. Si miro desde fuera, el Sporting es simpático por su afición y por Preciado. El Racing, por Canales y por Revilla. El Almería tiene mucho mérito por Malillo, Juanma Lillo, el amigo de los epicúreos. Osasuna, tiene a Camacho y el Sadar. Al Valladolid, que sólo le importaba a Manu Carreño, llegó Clemente, y arreglados. Hasta el Xerez, ahora que no está el Cádiz, resulta gracioso, o mono, que dicen las niñas bobas. ¿Y el Málaga? Nadie ha reparado en los méritos de un club que trata de no ahogarse desde hace años, que renueva plantillas a coste cero todas las temporadas, y que, a ratos, pocos, pero a ratos ha hecho un fútbol agradable.

Lo peor de todo esto, de niño feo a niño feo, es que me da la sensación de que ni siquiera en casa se te quiere. Es decir: la afición fiel y acérrima del Málaga tiene que soportar año tras año que, en visitas ilustres como las del Barça o el Real Madrid, la grada se divida, y se escuchen demasiados ánimos locales para el visitante. Siempre ha sido así. Me gustaría equivocarme, pero me da que hoy, en la Malagueta, en la calle Larios, en el Camino Suárez, en la peña El Sombrero, no se habla del decisivo partido contra el Real Madrid, de organizar una campañita de seis días para llenar la Rosaleda por la victoria, de que ganando estamos salvados casi al cien por cien. De que aún con el empate hay posibilidades. Entono "yo, culpable", el primero, que estos meses he hablado sólo y nunca me acordé de mi equipo.

Ahora, hagamos un juego: los que deseen ver al Madrid celebrar la Liga en la Rosaleda, a un lado; los que no saben qué se juega el Madrid y soñarán toda la semana con la salvación en nuestro partido del Siglo en la Rosaleda, al otro... Y gritad:

-"¡¡¡¡¡Malagueños!!!!! Un día, hubo un hombre bueno, grande, de Fuengirola... Ese hombre ganó a su Real Madrid con nuestra camiseta y aún hoy le cantan en el Bernabéu. Ese hombre tuvo un sueño, y ese sueño se llamaba Málaga. Por Juanito, por Juanito...¡¡¡fuerza y honor, fuerza y honor!!!!". Ganad, salvaos, y me abono el año que viene. Prometido. Así pago penitencia. Ea.

2 comentarios:

  1. Bueno Antonio, nos quedamos en primera.

    ¿Te espero el año que viene en el campo? En lugar de pagar penitencia paga abono, y así cada quince días te veo por Málaga

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  2. A parte de que el año que viene nos vemos en la Rosaleda, que razón has tenido, que pesimismo de que no pasábamos y que ganas de ver al madrid y que Cristiano resolviera el partido. Pero que alegría ver como los "catetos y comepipas" apagaban la radio y se hacían del málaga, en el momento que el Barça marcaba el cuarto y como la afición les cantaba "donde están los catetos, los catetos donde están..." Sí, somos el patito feo, del que nadie se acuerda, esperando que alguién invierta de una vez en el equipo de la quinta ciudad de este país, que tiene la mejor afición del mundo, que aunque hubiéramos bajado a segunda, el año que viene hubiera tenido 15000 socios y todos animando para volver a primera. Animo malaguistas, que algún año tendremos lo que nos merecemos, un equipo que no nos haga sufrir como hoy.

    Un saludo Antonio y a seguir escribiendo

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