domingo, 2 de diciembre de 2012

La reforma sanidal

(éste no es un artículo a favor o en contra de los recortes o el sistema sanitario, c.......onste)


Años ha, era yo un inexperto cocinero, hacia un gazpacho, y no tuve otra ocurrencia que meter el indice entre las aspas de la batidora, a tocar el punto del mejunje. Mientras el dedo derecho palpaba, el izquierdo pulsó a batir y el tajo fue monumental.

Salí corriendo con mi dedo tajado y entre mareos llegué al hospital de la Cruz Roja en Reina Victoria. A punto del desmayo les expliqué a cuatro operarios con bata blanca que andaban de tertulia futbolera en la recepción.

Interrumpidos en su debate, miraron molestos al intruso: "tiene que ir a urgencias", espetó el Operario 1. Intenté explicar que no sabia donde ir y que el dedo chorreaba, pero el Operario 2 no me dejó: "aquí no atendemos esos temas. Vaya a urgencias".

Salí a Reina Victoria y miré el corte. Había parado de sangrar. Volví a casa y tire el gazpacho rojo.

Hoy, iba yo de domingo zen al Parque Santander cuando me topé con un corro de la patata formado por padres, operarios de bata blanca y niños desconcertados. Protestaban por los recortes, supongo, en la puerta del mencionado Hospital. Al grito de: "que le den por el culo a la reforma sanidal"... No debía rimarles "sanitaria", así que inventaron vocablo. O igual querían protestar por todo, así en genérico, antes de ir a ponerse púos al Donostiarra.

El Operario 1 (yo no olvido caras y afrentas, ni de coña) se me acercó, a pedir firma al transeúnte perdido, y animar a que me uniera al corro y los gritos. Pensé explicarle por qué no le iba a apoyar. Pero estaba zen, así que le dije que yo solo firmo para temas importantes, y seguí hacia mi tumbona al sol invernal. Y que te den por el culo a ti, también, majo. Pensé. Mal hecho, lo sé. Hubo un tiempo en que no atendías urgencias si no era tu negocio porque la tertulia y fútbol eran el privilegio de los Operarios relajados. Qué bien vivíamos cuando vivíamos bien, verdad?