viernes, 7 de mayo de 2010

Jota eLe E


A mí, el presidente del Barça me recuerda a uno de esos políticos JASP que adornaron las carpetas de los niños yanquis en los sesenta del siglo pasado. Confieso que me provoca sentimientos encontrados. Si pienso en términos políticos, yo que no tengo ideas claras (o sí, mi ideario político es que no tengo ideario político), no comparto sus planteamientos auto-excluyentes. En realidad, es algo distinto: me da igual si quiere la independencia de Cataluña o es militante de la asociación por la defensa de los patos mareados. Si pienso en terminos deportivos, lo tengo claro: me gustaría tenerlo como presidente de mi equipo.

Me gusta su imagen de forofo, en la cancha del Paris Bercy, dando botes con cada triple de la Bomba Navarro, encorsetado en esos trajes de camisa ajustada que tanto le delatan la barriga, aún cuando lo vemos de vez en cuando agrediendo balones de fútbol en plan deportista sano. Su llegada al Barcelona le dió al club el aire fresco, renovado, que necesitaba para salir de la historia antigua y el post-nuñismo. Se rodeó de los que saben. Dejó hacer. Y ha colocado al club en los libros de los records. No voy a contabilizar títulos, que no hace falta, ni éxitos. Ni voy a hablar de intrigas de palacio que supongo que habrá en todos los clubes. El caso es que Joan Laporta i Estruch ha salvado mociones de censura, acusaciones de todo tipo, presiones internas y externas, deserciones, traiciones,... Y tiene al Barça feliz de conocerse. Normal.

Fuera de Cataluña, su imagen no es buena. Y me da que le importa poco. Su universo es el que es. Lo que no sé, en realidad, es qué piensa de él su gente, la que él realmente ha tratado de ganarse, el barcelonista, el barcelonés, el catalán. Hay quien me dice que no ha calado, que usar el Barça como rampa de lanzamiento hacia la política no le va a salir bien. Que ir por libre, dejar que le fotografien tomando champán a lo juvenil botellonero, le costará volver al sillón de su despacho profesional sin éxitos sociales (por cierto, que se haga mirar lo de wikipedia, que le definen como "abogado español"). Él, que según cuentan las leyendas, declaró saberse predestinado a ocupar la alcaldia de Barcelona, o a ser President de su país, hoy vive sus últimos días de gloria como presidente del Barça. En términos deportivos creo que no hay más remedio que aplaudir su paso por este mundillo. ¿Estamos ante el germen de un personaje para la pequeña historia de nuestras sociedades varias, o ante el fin de un buen dirigente futbolístico que se cree el Kennedy de Catalonia y se va a dar una leche cuando los grandes partidos políticos se harten de sus aspiraciones? De verdad, no lo sé. Pero será cuestión de seguirle la pista. Y ver qué pensais vosotros.

5 comentarios:

  1. Discúlpame, Antonio, pero no estoy de acuerdo con muchas cosas de las que planteas.

    En lo que más de acuerdo estoy y por lo que me parece bien Laporta es porque se cargó a los radicales jugándose el pellejo. Vale. Limpió el Baça de los Boixos. Muy bien

    Ahora, como dirigente.. DE LO PEOR DEL MUNDO. Y ahora, si me permites, voy a ponerme el gorro de "gurú empresarial" y te explicó por qué

    1. Supo rodearse de la gente que sabe. Sí, para luego traicionarla y dejarla tirada como un pitillo. Mal

    2. Liderazgo absolutamente PERSONALISTA. No ha sabido delegar y no sabe cuáles son las funciones de su puesto. Si me permites, ha sido el "jefe de mecánicos" que le han aupado al cargo de "director del taller" y no ha sabido asumir sus nuevas funciones y sigue pensando que es "el jefe de mecánicos". Por eso la mala imagen que tú mismo reconoces en tu comentario.

    Sólo con eso, Joan Laporta no debiera ser considerado como modelo de dirigente ni deportivo ni no deportivo

    Y me quito el gorro de "gurú" y te lanzo el guante. Estoy seguro de que tampoco vas a estar de acuerdo con muchas cosas que he dicho. Así que espero deseoso tu réplica

    Abrazos cordiales.

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  2. A ver, varias cosas: yo no he dicho que sea un modelo de nada. He dicho que yo, por sus resultados inegables, lo querría para mi equipo. No tengo tantos datos como tú para meterme en publco en si ha delegado mal o bien, o si ha traicionado o sido traicionado. ¿Personalista? Dime un dirigente que no lo sea, en mayor o menor medida. Si te parece que Laporta ha sido personalista, dime que te parece que un presidente llame en la tercera jornada a un entrenador para decirle quien juega y quien no. Dime que te parece de una junta directiva en la que los miembros se enteran de los fichajes y las salidas por la prensa. Dime de un presidente que contradice a sus colaboradores en publico, etc... Ah, y no hablare de candidatos a la presidencia de clubes que han trabajado para el eterno rival, porque no es el momento ni el lugar. Sólo digo que con Laporta no sé qué pensar. Si lo piensas, compararlo por su imagen, sus formas, su trayectoria,... con JFK no implica decir si es bueno o malo, porque el mismo Kennedy tiene luces y sombras por igual. He dicho que me gusta verlo en plan forofo, sin los excesos de Gaspart, disfrutando de las victorias de su equipo, y no dije y digo ahora,que me encanta como tiene ganada a la prensa de a pie con su disposición a pararse siempre para atender a los medios, aunque no diga nada (en ese sentido, comparar con otros es darle un minipunto positivo a Laporta). Sé que está bien considerado entre los dirigentes del fútbol y no sé si en Cataluña lo quieren o lo odian, y si su carrera política dara o no. En todo caso, me gusta saber tus razonamientos sobre el tema, poque como digo, no lo tengo claro. He dicho, je je je

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  3. Ummmmm... Interesante réplica, amigo

    Pero, si me permites, me gustaría matizarte al menos dos cositas:

    1. Igual es una mala interpretación mia, Antonio, pero si dices que lo quieres como dirigente de tu equipo, ¿eso no quiere decir que lo pones como modelo de algo, no? A mí, así me suena.

    2. Sí, Laporta es presidencialista como muchos dirigentes futboleros. Eso no te lo puedo negar. Pero yo no me imagino a otros dirigentes con las chorradas esas de tritranquilo, el 2-6 o con la policia de San Francisco escoltando al autobús del equipo durante su visita a los USA. Sin olvidarnos sus ataques de ira incontrolada con el presidente de Extremadura o su bajada de pantalones ante la puerta de control de un aeropuerto.

    Una cosa es ser personalista, y otra es ser excesivo, populsita, ventajista y hasta divino de la muerte y en algunos casos, Laporta ha pecado de algunos o de todos esos vicios.

    Si el personaje es así, eso no me gustaría, por ejemplo, para el club de mis amores.

    Tu turno amigo

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  4. 1. No pretendo ser modelo de nada, ni de nadie. Solo he dicho que, por sus innegables resultados, como a mi me gusta ganar y haer bien las cosas, y él h ganado y ha hecho que sus equipos marquen tendencia, en futbol y baloncesto yo lo querría para mi equipo. Pero mi equipo no tiene por que ser modelo para nadie, ni lo pretendo.

    2. Populista, me gusta. Es populista. Personalista, ya lo dije antes, como todos. Ventajista, no sé por que lo dices.

    3. Lo de "tritranquilo", como lema, grito de guerra, marca publicitaria me parece tan bueno como el "yes, we can", el "podemos", el "juntos, podemos". Sacar pecho con el 2-6 es más prcedente que hablar antes del partido de chorreo. Que quedas con el culo al aire. Yo lo recordaría mucho. De hecho, lo recuerdo mucho, porque lo sufri en el Estadio en Realmadrid Radio. Lo de autobús me parece una gracia. Marketing, otra vez.

    Dicho esto, he dicho al principio que no lo tengo claro con él. Que no me gusta su ideario polítio, que no sé si es un amago de JASP crecido e hinchado, y que no se qué imagen tiene en Cataluña. Pero, por sus resultados los conocerás... Y su Barça es un Barça exitoso, en títulos y en estilo. Yo, lo querría para mi club. Sin animo doctrinal. Y prefiero un tío que se baja los pantalones para pasar el control de un aeropuerto a un tío que manda tanto que abre y cierra aeropuertos a su antojo, y que por supuesto, no tiene que pasar controles.

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  5. Si me permitís y me puedo meter en este debate, del presidente que le de ha devuelto el sueño a los barcelonistas, desde mi opinión, no me gusta.
    -Es un fanfarrón que mezcla intereses personales y deportivos.
    -Populista en el llamamiento de los catalanes, olvidandose que somos muchos los barcelonistas que no somos catalanes.

    A sí que no, no me cae bien.

    Pero como nunca será mi amigo personal, como dirigente, nos ha devuelto ilusión, buen futbol y es cierto, sigue al Barça en todas las categorías del club, caerá mejor o peor pero sigue hasta el balonmano.

    Hay presidentes que nunca hablan con la prensa y por supuesto cuando las cosas les van mal se marchan con un discurso sin posibilidad de réplica. Porque no soportan la idea de perder, pero si les gustan que les llamen el salvador, aunque realmente no sepa ni lo que deba fichar. A saber como justificará el fracaso de temporada.

    Lo siento Antonio tenía que soltarlo.

    Un saludo

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