Perogrullo, preocupado

Veintiún puntos al Valencia y veintisiete al Mallorca. A falta de nueve jornadas de Liga, sólo los de Emery podrían hacer sombra a Madrid y Barça, siempre que éstos dos perdieran todo. Ni los de Manzano son ya candidatos al título, por puntos. ¿Y qué? Para responder a la inquietud que provoca esta pregunta, traslado enlace a interesante artículo de mi compañero José Antonio Rosa (oidlo en Canal Sur Radio, deportes): http://www.muchodeporte.com/?secc=11&subsecc=100; en su análisis, nos habla de la alternancia de poder en otras ligas europeas frente al bipartidismo de la nuestra, cada vez más acuciante.

Viene esto al hilo de perogrulladas varias emitidas en las últimas horas, que indignan por definición, que provocan titulares sensacionalistas, y que a poco que se analicen bien, no son más que eso: obviedades. Dice Keita que nota que los rivales aflojan frente al Madrid; remata con un "bueno, ellos pensarán que contra nosotros pasa igual". Ni más ni menos. Aquí, todo el mundo dosifica, Seydou. Vuestro técnico juega contra el Mallorca sin Messi ni Xavi, el de enfrente le dice a Ramos y Alonso que fuercen la tarjeta para cumplir el ciclo contra el Racing y estar limpios para el Clásico. El del Málaga juega con los descartes contra el Valencia y luego se deja empatar contra el Tenerife en el partido del siglo para los malagueños. Sevilla y Atlético serán los rivales más fáciles la semana previa a su final de Copa. Obvio, Seydou. Pero no iba yo a esto, que uno se relaja cuando se sabe muuuy superior o muuuy inferior. Iba a que la superioridad de Barça y Madrid es tan manifiesta que aburre, aunque aquí todos somos responsables (que levante la mano quien no sea merengue o culé). Y será más salvo que se ponga freno al tema. Porque, a poco que no gane la Liga, el Real va a seguir tirando de chequera este verano (no voy a preguntar donde está el pozo sin fondo correspondiente, que ése es otro tema). Imagina que fichan, por ejemplo, a Jesús Navas y Perotti, de los que han sonado en la prensa. Pongamos que se cumple lo que dicen en los periódicos catalanes y Guardiola suple a Henry e Ibra con Silva y Villa. ¿Qué Liga vamos a jugar el próximo año? Todos contra todos, para el Campeonato del tercer puesto, y Madrid y Barça por el título, a ida y vuelta.

Hilando más, otro día hablaré sólo de cuestiones colaterales de más profundo calado que subyacen tras esta realidad de aburrida bicefalia: el globo-sonda de Astiazarán proponiendo límites salariales para los clubes, el informe UEFA que cifra en el 85% el número de clubes europeos endeudados, las reclamaciones de la nueva AFE de Rubiales, las reformas que se ciernen sobre el deporte, las SADs y las leyes concursales de recurso fácil... Y todo, para lanzar una pregunta: mientras las distancias se amplían entre ricos y pobres, también en el deporte, ¿hacia donde camina este invento, que parece tambalearse de forma cíclica, y sólo sabe recuperar a golpe de planes de saneamiento e inyecciones televisivas? Ni idea. Inquietante, compañeros de la nave del misterio.