jueves, 7 de junio de 2012

La rebelión del Tío Pepe

Que ya, que estando en Gniewino no es políticamente correcto hablar de asuntos de actualidad y trascendencia nacional. Pero me duele, y como me duele, pos lo digo: lo que le están haciendo al Tío Pepe de la Puerta del Sol no tiene nombre. Ahora resulta que los dueños del edificio, qué se creerán, deciden no renovar con los bodegueros, y nos quitan al del sombrero colorao de las estampas de nuestro Kilómetro Cero Patrio.

Los del 15-M, callaos, con lo que les gusta montar la tienda Quechua en el lugar. El país de la gente seria preocupado con las primas, o lo que sea. El resto, nosotros, atontaos creyendo que vamos a ganar la Euro. Y Tío Pepe buscando pisito a las afueras, en Carabanchel Alto, o en el Ensanche de Vallecas, porque el listo de turno le quiere vender el garito a los de Apple. Aún a riesgo de que me capen el aifón y el aipá, protesto, señoría.

Me duele tanto como el día que quitaron el anuncio del antiguo Philips del final de mi calle Larios. Esto, en Nueva York, no pasa. Y anda que van a quitar TDK de Picadilly, porque al señor forrao de turno le dé por decir que le molestan las lucecitas... Los coj... Espeeeee, o Boteee, expropiación del tejao de Sol, ya. O arreglan el lío, o dejo de pagar religiosamente mis multas de la hora de los güe...

P.D.: Que no es que no quiera contar cosas del Gniewino, o de Wladyslabobo, que son los lugares donde habitamos en la Euro. Es que son .... pa aburrir.

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