sábado, 16 de octubre de 2010

"Cui jodiest?"

Me parto y me mondo (grande, el Luisma), con los editoriales de los Pereozdicos deportivos sabatinos. Sí: mea culpa (hoy tiro mucho de mi sobresaliente en Latín de 2º de BUP). Por leer (emocionada enhorabuena a mi admirado Edurado Mendoza. ¿Qué diría Gurb si volviera estos días a la tierra?). Leer según que diarios deportivos madrileños perjudica gravemente la salud, al menos a mí. Pero hoy quería tomarme el cafelito sabatino sabiendo qué se decía de la ausencia de los campeones del mundo en los Premios Príncipes de Asturias (me atrevo a decir, sin miedo a equivocarme, que la distinción es la más prestigiosa que tenemos a nivel nacional, ¿o no?).

Antes de rajar: una máxima. Afirmo, rotundamente: según un sondeo elaborado por Hablando Solo, me consta que una parte de los veintitrés campeones del mundo quería, deseaba estar en Oviedo el próximo viernes. Doy fe. No lo creo, lo sé. Ahí queda ezo, Maria Tereza (grandes, Flo y el otro; de la chica rubia, no hago declaraciones).

También antes de rajar: una certeza. Los Premios no deslucen porque los jugadores falten. Creo que en esta historia pierden más ellos que la institución. Cuando pase el tiempo, y recuerden que tuvieron la oportunidad única en la vida de asistir al Campoamor como galardonados, se arrepentirán. Si no lo están haciendo ya, que son jóvenes e inconscientes a ratos.

Y una realidad: estaremos Vicente del Bosque, dando el discurso y recogiendo el premio, ¡¡¡¡¡y yo!!! ¡¡¡Sí, amigos!!! Son mis primeros premios Príncipes de Asturias, como informador, pero bueno, mientras no lo reciban las chicas de la Sub17, brillantes medalla de bronce en el Mundial de T&T, tendré que ir a currar.

La rajada: me dan casi tanto asquito los argumentos de los periodistas atrincherados, como lo que oí anoche en la tele, mientras cenaba agradablemente con unos amigos (estaba puesto el Jorgejavié con la princesa del pueblo). Traduzco libremente la personal lectura rápida de los editoriales: el del Plus se queja de lo lamentable del asunto, porque la culpa de todo es del jefe de Mediapro, que ha puesto los horarios a su antojo, para fastidiar los Premios. Lo único sensato que apunta es que en esta historia, los entrenadores han cumplido con su papel: "Si yo decido, no van". Es obvio que, como en todos lados, si manda patrón, no manda marinero (Guardiola y Mou, que yo sepa, son marineros). Pero ahora voy con eso. Porque el del periódico de enfrente, de cuyo nombre no voy a acordarme por higiene, tímido como no ha sido nunca, le echa el muertecito del problema a la RFEF y a la Liga: "cambien el calendario, cambien el calendario". ¿Por qué un editorialista tan virulento, tan Güiliangualas de la vida y el deporte, tan Robinjú de las causas blancas, se refugia en un susurro para solucionar el asunto? Sin querer confirmar el dato, supongo que tanto uno como otro son jurado del Premio. Algo tenían que decir, los dos, claro.

Podría cerrar el asunto apuntando a mis responsables del tema: diré, tan sólo, que lo justo es que los máximos representantes de los clubes hubieran asumido la responsabilidad de la ausencia de los futbolistas en el premio. Don Florentino y el de Naik tiene la decisión última sobre el tema, en lo que al permiso se refiere. Más que nada porque dos instituciones como el Real Madrid y el FC Barcelona quedan muy retratadas, y salen feas, con esta jugada. Ellos verán. ¿Por qué no dicen nada? No sé. Pero sigo: el operador de televisión poseedor de los derechos de los partidos, que sugiere con fuerza para que la Liga dicte los horarios, ¿tiene beneficio en función de si los dos equipos juegan el sábado en vez del domingo? Personalmente, no se lo encuentro. La LFP, por su parte, tan reivindicativa cuando tiene que pedir dinero público de las quinielas para intentar maquillar sus cagadas presupuestarias, debería ser respetuosa con el evento en cuestión. El señor que le da el dinero de las quinielas a los clubes, el mismo que lidera la brillante lucha contra el dopaje en nuestro país, y que quiere ser el mejor alcalde, el rey... Él, como representante del Gobierno, ¿qué está haciendo para arreglar el embolao? Alguno dirá que no hablo de la Federación, "porque te paga": ¿qué puede hacer la Federación, que no tiene decisión en los calendarios, ni los horarios, ni puede presionar a los clubes, ni quiere ni debe presionar a los jugadores? Nada. Ir y recoger, orgullosa, el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. Una vez en la vida.

Al final, y después del rollo patatero, termino donde al principio. Porque, al final, insisto, la cuestión se resuelve tirando del saber de los clásicos, de la máximas que el Derecho nos regala (ya he estudiado algo del Máster, je je), y de una pregunta recurrente cuando Grissom tenía que resolver un caso en el CSI de Las Vegas: "Cui prodest?", que si se traduce del latín significa: "¿A quien beneficia?". Mi particular remiendo a la frase reformula la cuestión: "¿A quien le jode que la Selección se lleve el cariño de las gentes, la atención de los medios, los premios por el trabajo bien hecho?". Yo tengo clara mi respuesta. No la digo, que me canean. Pero, insisto, como si fuera Florentino Peñafiel en su trono: ahí lo dejo, Maria Tereza.

2 comentarios:

  1. Gracias, compañero, si la onomatopeya corresponde a unos aplausos, que devolveré cuando entres en la convocatoria de los lunes al gol en Alcalá

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