Dificilmente puedo decir algo, al menos hoy, que esta imagen vale, seguro, más que millones de palabras. Eso sí: entre papá y mamá, claramente, la dorada, que me sigue embobando. No quiero sanas envidias, que la expresión me provoca conflictos semánticos. Mañana os cuento más de las dos: hoy conocí a la Euro, y tiene algún detalle curioso.
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